Las lluvias del inicio de esta semana volvieron a interrumpir la implantación de los cultivos de gruesa. El grado de avance en maíz y girasol está cerca del 40 %, pero se podría completar la siembra si las condiciones ambientales se estabilizan. En soja sólo unos pocos lotes se han sembrado a la fecha y se espera que el pico de siembra sea entre la segunda y la tercera semana de noviembre. Por otro lado, los cultivos de trigo ya están prácticamente todos espigados y la cebada en llenado de granos. El estado general es bueno, pero empezaron a surgir sectores de algunos lotes puntuales con síntomas de la helada de la última semana de octubre.
Si bien las noticias fueron alentadoras para el mercado, no fueron ratificadas por la realidad. China y EEUU acordaron volver a la normalidad, y el país oriental se comprometió a comprar 12 millones de toneladas (tn) para este año, y 25 millones de tn anuales para los venideros. Sin embargo, la realidad fue otra: los aranceles del 13% para la soja de EEUU significaron una gran desventaja frente al 3% aplicado a la soja de Brasil. Por ende, las exportaciones siguieron embarcándose sobre Brasil. Esto provocó que las cotizaciones subieran fuerte, luego cayeran fuerte, y finalmente no definieran una tendencia clara. Por otro lado, el resto de los granos (trigo y maíz) están comprometidos por la sobre-oferta. En contraste, el girasol parece ser el foco de la demanda y apunta a valores altos. En nuestro país, si bien las cotizaciones se debilitaron, fue más por la volatilidad del dólar que por el mercado en sí mismo. Los primeros números de trigo y cebada apuntan a cosechas récord, y esto podría impactar negativamente las cotizaciones en plena campaña de recolección.