Por Gustavo Mandagarán
Con interés y determinación se vendieron 1.883 animales. Se reflejaron subas y se apuntó por las mejoras genéticas. El homenaje al presidente Alfonso Bustillo.
Con la fuerza imparable de la nueva ganadería, “Rústicos” efectuó su último remate del año. Como siempre, todos los destalles y reconocimientos estuvieron en el evento organizado por Sergio Amuchategui. Las emociones comenzaron desde el inicio cuando se homenajeó al ingeniero Alfonso Bustillo y fue lo mejor de la tarde en Claromecó. El “gran presidente” de Angus recibió los aplausos y presentes que merecían su extraordinaria gestión.
Roberto Mondino y su gente resultaron imprescindibles porque Rústicos, Angus y la consignataria cordobesa actuaron siempre en conjunto y con el objetivo de hacer más y mejor ganadería. Un modelo productivo donde la oferta bonaerense se trasladó a las provincias vecinas con las mejores vacas.
La venta a orillas del Atlántico volvió a subir la vara. Se esperaba que los vientres copiaran los números de gordo e invernada y en la reciente operatoria hubo mejoras. No sólo analizamos precios. En Rústicos hay que mirar volúmenes e indicar que se colocaron 1.883 piezas.
Desde el primer lote con vaquillonas paridas de San Agustín en $2.050.000 (lqp) el remate fluctuó sin interrupciones. En esa línea, la cabañera olavarriense Daniela Vassolo, compró vacas paridas de El Rosario en $2.420.000 (lqp). El interés de seguir por más y mejores vacas sobresalió con las vaquillonas preñadas coloradas (parición otoño) de El Volcán ubicadas en $3.550.000.-
Algunos números resultan explicativos y exhiben lo ocurrido en el partido de Tres Arroyos. 436 vacas con cría promediaron $1.936.784 (lqp) y 528 vaquillonas PC preñadas dejaron una media de $2.454.753 (Entre Surcos y Corrales)
Federico Vizzolini, cabaña Arandú, vendió unos 800 animales y en final aseguró “Logramos un 25 o un 30 por ciento más de lo que esperábamos. Este remate siempre nos sorprende” Afirmó.
En síntesis, vimos un remate donde quedó en claro que la ganadería es presente y futuro por varios años más. En Rústicos el viento sopló fuerte y dejó el aire fresco que necesitaban los criadores.